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¿Qué es el entrenamiento metabólico?

 

¿Has oído hablar alguna vez del entrenamiento metabólico? Es un tipo de entrenamiento que hace que la tasa metabólica aumente momentáneamente, lo cual supone un mayor consumo de calorías durante el entrenamiento y también posteriormente, durante lo recuperación.

 

 

 

Así, determinados ejercicios de fuerza bien planificados pueden ayudar a aumentar el gasto calórico incluso horas después de salir del gimnasio. Esto también se conoce como efecto postejercicio y puede durar hasta 72 horas, que es lo que se busca con el entrenamiento metabólico.

Un ejemplo de este tipo de entrenamiento metabólico es el HIIT o High Intensity Interval Training ('entrenamiento interválico de alta intensidad'), en el que el esfuerzo tiene que acercarse a los límites máximos, y que incluye períodos de descanso.

 

 

¿Cuáles son los beneficios del entrenamiento metabólico?


Conoce las ventajas de practicar este tipo de ejercicio:

  • Te hace ganar músculo.
  • Te permite aumentar tu fuerza.
  • Hace que tengas un mayor rendimiento físico, una mejor coordinación y una mayor agilidad.
  • Suelen ser rutinas muy divertidas, con un alto grado de motivación, y no suelen requerir mucho tiempo de dedicación.
     

 

Ejercicios incluidos en el entrenamiento metabólico
Press de banca

 

 

El press de banca es un ejercicio que se trabaja con pesas y actúa sobre la parte superior del cuerpo. Para practicarlo de forma correcta, debes estar tumbado boca arriba sobre un banco especial, que puedes encontrar en tu gimnasio, y bajar una barra larga con pesos en ambos lados. Este ejercicio sirve, principalmente, para fortalecer los pectorales, pero también trabaja el deltoides, el tríceps y los serratos. Aumenta el peso paulatinamente para obtener los mejores resultados.

Remo

 

 

Fortalece la espalda y mejorar la postura con el remo invertido. Puedes hacerlo con mancuernas o en máquinas específicas en el gimnasio.

Burpee

 

 

El burpee es un ejercicio metabólico sencillo pero muy eficaz. Debes estar de pie con los pies separados a la altura de las caderas y, seguidamente, llevar los brazos al suelo y colocarte como si fueses a hacer una flexión. Házla y salta para quedarte en cuclillas. Después sube de un salto todo lo alto que puedas. Se trata de repetir varias veces este ejercicio y alternarlo con descansos.

Planchas

 

 

Las planchas son un buen ejercicio para trabajar los abdominales y, aunque hay diferentes versiones, las más comunes son las planchas estáticas. Este tipo de planchas consisten en poner el cuerpo elevado en paralelo al suelo y y las manos o antebrazos sobre el suelo para apoyarte. Debes colocar las puntas de los pies pegadas y mantener la posición durante unos segundos. Empieza con veinte o treinta segundos, y ve aumentando el tiempo poco a poco.

Sentadillas

 

 

Las sentadillas sirven para tonificar piernas y glúteos. Ponte delante de una silla con las piernas separadas y las puntas de los pies hacia afuera. Ahora, haz el movimiento de sentarte pero sin llegar a tocar la silla y vuelve a subir. Durante su ejecución, es importante tener la espalda recta para evitar lesiones. Con el tiempo puedes añadir peso en forma de sacos o barras específicas para ello.

Zancadas

 

Las zancadas también trabajan las piernas y los glúteos. Solo tienes que colocar los pies juntos y dar un paso largo hacia adelante, hasta que la rodilla de atrás llegue a tocar el suelo. Repite el ejercicio con ambas piernas con periodos de descanso.

 

 

¡Haz ejercicio para sentirte bien!


El ejercicio es fundamental en un estilo de vida saludable. No obstante, es importante que tu entrenamiento siga unas pautas marcadas por un profesional. Sigue una rutina que se adapte a tus necesidades y te ayude a corregir tu postura, así evitarás lesiones. ¡Notarás los resultados!