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Qué largo se hace a veces el invierno, ¿verdad? Además, durante los meses fríos, como vamos tan abrigados, nos olvidamos de lo importante que es mantener nuestra piel sana e hidratada. Pero de pronto, un día empieza el buen tiempo y ¡sorpresa! Nos encontramos con los talones agrietados, la piel de las piernas secas como el cuero, la piel de los glúteos flácida y escamada... Así que, ¡manos a la obra!, veamos unas cuantas pautas básicas, sencillas y prácticas que nos ayudarán a llegar a la primavera con la salud de nuestra piel intacta.
Hábitos saludables para nuestra piel: la clave está en la hidratación
Afortunadamente, cada vez más personas intentamos mantener unos hábitos de vida saludables a diario como cuidar nuestra alimentación, olvidar el ascensor y subir y bajar escaleras, practicar deporte, etc. Todos esos hábitos saludables son muy recomendables, pero ¿sabes? Muchas veces nos olvidamos de prestar atención al mayor órgano del cuerpo humano, un órgano de 2 metros cuadrados: la piel.
Existen muchos hábitos saludables que podemos poner en práctica para cuidar nuestra piel cuando sufre los rigores del viento, las heladas, la lluvia o el exceso de calefacción. Utilizar cremas hidratantes faciales y corporales, protegernos con cremas solares cuando salimos a caminar o practicamos algún deporte de invierno, usar cremas exfoliantes y mascarillas al menos una vez a la semana para limpiar de células muertas nuestra piel... Todos esos hábitos o rutinas son muy recomendables y, si te fijas, verás que tienen algo muy importante en común: la hidratación.
La hidratación exterior e interior es el secreto de belleza. La hidratación es fundamental para el cuidado de nuestra piel en cualquier estación del año, pero especialmente en invierno. Vamos a verlo con más detalle.
La hidratación exterior de nuestra piel en invierno
¿Te has fijado en que durante el invierno nuestra piel pasa mucho más tiempo tapada que destapada? Pantalones o faldas largas, calcetines, botas, jerséis de manga larga, chaquetones, abrigos, bufandas, gorros, guantes... Todos esos centímetros de piel que no reciben la luz del sol y el aire fresco sufren mucho más de lo que parece, pero el remedio está al alcance de nuestra mano, sobre todo hoy en día, gracias a la amplia oferta de productos hidratantes para la piel.
4 consejos para hidratar la piel en invierno
- Utiliza cremas hidratantes corporales después de cada ducha. Si no tienes mucho tiempo, en el mercado encontrarás productos que se pueden aplicar sobre la piel mojada; solo tienes que recordar dedicar un rato a una hidratación corporal más profunda una vez a la semana.
- Si utilizas maquillaje, procura que tenga un factor de protección solar
- Una vez a la semana, haz una sesión exfoliante completa (rostro y cuerpo) para deshacerte de la piel muerta. Así la mantendrás bien hidratada, limpia y sana.
- Utiliza una vez por semana una buena mascarilla facial. No solo te ayudará a reponer la hidratación de la piel castigada por el maquillaje, la contaminación, el aire frío o la calefacción, también te ayudará a relajarte y a reducir ese estrés que tanto afecta a la buena salud de nuestra piel.
La hidratación interior de nuestra piel en invierno
A veces, olvidamos que es tan importante hidratar la piel desde fuera como desde dentro. Pon en práctica los 2 consejos que te presentamos a continuación:
- Recuerda que necesitas beber agua aunque no tengas sed. Si no eres capaz de tomar tanta agua como sería recomendable -unos 2 litros al día-, puedes tomar otros líquidos saludables como, por ejemplo, zumos de fruta recién exprimidos, batidos naturales, etc.
- También puedes hidratarte incorporando a tu dieta diaria ricas y saludables ensaladas verdes, que están llenas de agua y de vitaminas, o compotas de frutas, helados de fruta caseros, sopas, consomés, potajes caldosos, etc.
Como ves, para cuidar nuestra piel en invierno solo necesitas recordar hidratarla correctamente por dentro y por fuera. Organízate para poder dedicar unos minutos regularmente a limpiar, exfoliar y restituir la humedad perdida de tu piel. Dedica un tiempo a preparar fácilmente en casa distintos alimentos saludables para cuidarte por dentro y por fuera. En resumen: organízate para poder cuidar la salud y la belleza de tu piel; ¡también durante el largo invierno!