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Cómo construir un huerto vertical en un espacio pequeño

 

La falta de espacio es las ciudades nos alejan de la naturaleza, así que crear un huerto vertical puede ser la solución. Disponer de un espacio verde en un núcleo urbano te ayudará a sentirte más en contacto con naturaleza.

 

 

¿Te gustaría cultivar verduras para el autoconsumo? ¿O, al menos, hierbas aromáticas frescas con las que condimentar platos? Si te gusta trabajar con las manos e idear nuevas estructuras, ¡te divertirás mucho! Con buenas ideas seguro que consigues un bonito y práctico espacio.

 

Cómo hacer un huerto vertical

Para hacer un huerto vertical, tendremos que encontrar un espacio con suficientes horas de luz solar. Los materiales deben adaptarse al espacio vertical, se puede utilizar desde maceteros hasta botellas de plástico. Por último, para decidir qué vamos a cultivar, debemos conocer qué plantas no necesitan grandes espacios ni cuidados, como el tomillo o el perejil.

El espacio

Cualquier espacio, por pequeño que sea, es apto para acoger un huerto vertical: basta con una pared al aire libre (o que puedas airear cada día) que reciba la luz del sol unas horas del día.

Una pared de la cocina, las paredes de un pequeño balcón, la propia baranda del balcón o, incluso, los rincones de una terraza. Con una buena estructura, bien aprovechada, puedes sacarle mucho partido a cualquier espacio: ¡disfruta del color y del aroma de las plantas que decidas cultivar!

 

Materiales necesarios

Lo primero es disponer una estructura en la que colgar maceteros o cualquier recipiente reciclado: botellas de plástico, sacos, zapateros de tela, etc. También puedes emplear cuerdas para crear tu propia estructura con las botellas o los sacos. Un par de palés pueden servir como estructura o, incluso, a modo de maceteros si les cierras las aperturas que tienen.

Lo cierto es que con un poco de imaginación, sobre todo si eres manitas, cualquier elemento, estructura o tablas pueden llegar a funcionar como recipiente para plantas. Lo siguiente que necesitas es tierra para esos recipientes y semillas (o esquejes). Y si quieres ir más allá y no vives en un lugar donde llueva mucho, puedes incluso instalar un sistema de riego por goteo.

 

Ideas ingeniosas para hacer un huerto vertical

  • Botellas de plástico atadas con cuerdas para crear una bonita estructura.
  • Palés a modo de maceteros
  • Estantes pegados a la pared

 

  • Cajas de madera
  • Tuberías cortadas a la mitad
  • Zapatero de tela
     

Qué plantar

Plantar hierbas aromáticas es una buena manera de comenzar un huerto vertical, pues no ocupan mucho espacio ni requieren grandes cuidados. Tomillo, romero, cilantro, perejil, albahaca, salvia, té verde, hierbabuena... ¡Las que prefieras! Puedes comprar la planta ya cultivada (y transplantarla cuando lo necesite), o bien plantar las semillas para verlas crecer desde cero.

Las cebollas, los ajos y las zanahorias crecen durante todo el año y no necesitan mucho espacio, tan solo la profundidad que precisan. Las hortalizas verdes como la lechuga, las acelgas o las espinacas también son ideales para un huerto vertical. Y las fresas, por ejemplo, solo necesitan una maceta de tamaño medio, por lo que son ideales para un huerto urbano.

Y si no quieres plantar hortalizas, las flores siempre quedan geniales en un balcón o terraza.

 

Con ganas y maña puedes tener un huerto vertical en cuestión de días: tan solo tienes que analizar el espacio con el que cuentas y pensar cómo aprovecharlo al máximo. Aunque puedes comprar la estructura, también puedes optar por usar recipientes reciclados; ¡puede ser muy original y creativo! ¿Quieres montar tu propio huerto vertical? ¡Anímate!