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¿Cómo hacer una tabla de quesos?

 

¿Has preparado alguna vez una tabla de quesos? Si quieres ser el anfitrión o la anfitriona perfectos y deslumbrar a todos, tienes que preparar una, ¡y te vamos a contar cómo!

Este clásico es ideal para cualquier reunión, ya que ofrece una experiencia gastronómica versátil, elegante y deliciosa. Además, no hay una única forma correcta de preparar una tabla de quesos; todo dependerá de los gustos de los comensales y de los ingredientes que puedas conseguir en tu zona. La clave es experimentar y encontrar la combinación perfecta que se adapte a tus preferencias y las de tus invitados.

¿Cuáles son los mejores quesos para una tabla de quesos?

Una buena tabla de quesos es el entrante perfecto, ya que pocas cosas más versátiles hay que un buen queso. Preparando una tabla podemos asegurarnos de una mezcla armoniosa de sabores y texturas, lo que hace que cada bocado sea una experiencia única. La clave para elegir los mejores quesos es optar por una variedad que incluya distintas texturas, intensidades y tipos de leche. De esta forma, podremos ofrecer algo para todos los gustos.

Ejemplos de combinaciones

Opción 1:

  • Queso tierno de cabra: suave, fresco y con un toque ácido.
  • Camembert: cremoso y con un sabor suave que se intensifica con la maduración.
  • Queso manchego: un clásico español, de sabor firme y ligeramente salado.
  • Gruyère: de textura firme y con un toque dulce y nuez.
  • Queso tipo torta: cremoso, de sabor intenso y textura untuosa.

Opción 2:

  • Queso suave: un tipo Gouda joven o similar, de textura blanda y sabor ligero.
  • Brie: suave, cremoso y con una textura delicada.
  • Queso semicurado: como un queso de oveja con cierta curación, con un sabor más intenso.
  • Edam: de sabor ligeramente dulce y textura semiblanda.
  • Queso azul: tipo Roquefort o Gorgonzola, con un sabor fuerte y ligeramente picante.

La variedad es la clave. Los quesos frescos y suaves como el queso de cabra añaden un contraste agradable a los quesos más curados y fuertes, como el queso azul.

Además, si quieres sorprender a tus invitados con algo único, puedes añadir un queso fresco preparado en casa con tu Cheese Maker. Es muy sencillo de preparar y puedes añadirle un sinfín de especias y condimentos diferentes para personalizarlo y adaptarlo a los gustos de los comensales. 

¿Cómo hacer una tabla de quesos?

No existe una única manera de prepararla, y debería ir en función de los comensales y de los gustos de todos. Sin embargo, hay algunas pautas que puedes seguir para asegurarte de que tu tabla de quesos sea todo un éxito.

1. Cantidad de quesos

Lo ideal es contar con al menos cinco o seis tipos distintos de queso. Esto permite una amplia variedad de sabores sin resultar abrumador. Puedes seleccionar los quesos basándote en la textura (suaves, cremosos, firmes, curados), la intensidad del sabor o el tipo de leche (vaca, oveja, cabra).

2. Temperatura de servicio

Es importante que los quesos estén a la temperatura adecuada para que sus sabores y aromas se aprecien mejor. Como regla general, saca los quesos del frigorífico una hora antes de servirlos. Sin embargo, si hace mucho calor, puedes reducir este tiempo a media hora. Los quesos blandos y cremosos, como el Brie o el Camembert, deben estar a temperatura ambiente para que se fundan ligeramente y muestren todo su sabor. Por el contrario, los quesos más curados pueden servirse un poco más fríos.

3. Corte y presentación

La forma de cortar los quesos influye en la experiencia gastronómica. Los quesos cremosos pueden servirse enteros o cortados en cuñas anchas, permitiendo a los comensales untarlos fácilmente. Los quesos más curados deben cortarse en cuñas finas o en pequeños dados para que su sabor intenso no resulte excesivo en cada bocado. Los quesos tiernos o suaves pueden cortarse en cuñas de un dedo o dos de grosor, permitiendo apreciar su textura sin dificultad. Además, si tienes una torta entera de queso, como la famosa Torta del Casar, no dudes en servirla abierta para que cada uno se sirva a su gusto.

Cómo combinar una tabla de quesos

La combinación de sabores es fundamental. Puedes acompañar tu tabla con distintos elementos:

  • Embutidos: Una buena selección de embutidos como jamón ibérico, chorizo o salami complementa perfectamente la tabla de quesos.
  • Panes: Incluye diferentes tipos de panes, como picos, regañás o rosquillas crujientes. Estos aportan textura y ayudan a equilibrar los sabores intensos de los quesos.
  • Sabores dulces: Algo que combina a la perfección con el queso son los sabores dulces. Considera añadir mermeladas, compotas o miel. La fruta fresca también es una excelente opción; ¡recuerda que uvas y queso son una combinación clásica que nunca falla!
  • Frutos secos: No olvides los frutos secos como nueces o almendras, que aportan un toque crujiente y un sabor que complementa el queso.
  • Aceitunas y encurtidos: Deja un huequito para unas aceitunas o unos encurtidos, para añadir un toque salado y ácido, balanceando la riqueza de los quesos.

Presentación de la tabla de quesos

Como hemos mencionado antes, la presentación es fundamental para deslumbrar a tus invitados. Utiliza una tabla de madera, mármol o cerámica grande como base. Agrupa los quesos por tipo y coloca las guarniciones alrededor. Asegúrate de tener cuchillos diferentes para cada queso, y etiqueta cada uno para que los comensales sepan qué están probando. Puedes utilizar pequeños letreros o tarjetas.

Hacer una tabla de quesos, un arte culinario 

Después de todo esto, ¿cuánto tiempo vas a tardar en hacer tu tabla de quesos? Ya tienes la excusa perfecta para invitar a tus amigos y preparar esta delicia. Con un poco de creatividad y la elección adecuada de quesos, ¡seguro que deslumbrarás a tus invitados! Así que, ¡manos a la obra y a disfrutar de una maravillosa experiencia gastronómica!