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¿Por qué el aceite de palma está en el centro de la polémica?

 

A pesar de ser un aceite muy apreciado por la industria debido a que es mucho más económico que otro tipo de grasas y aceites, el aceite de palma lleva un tiempo en el punto de mira. A su alrededor gira una polémica bastante enconada por parte de quienes apuestan por una alimentación saludable en los últimos tiempos. De todas formas, este aceite siempre ha sido muy criticado.

 

 

¿Hay motivos para alarmarse? ¿Dónde se puede encontrar el aceite de palma? ¿Qué es en realidad este aceite?

 

Qué es el aceite de palma

Como ya hemos dicho, la industria adora este aceite de origen vegetal, que se obtiene de un fruto conocido como palma africana. Comparado con otros aceites es muy económico debido a que es muy productivo.

Además es muy versátil, pues se mantiene sólido a temperatura ambiente y tiene una textura que favorece hacer cremas untables. Comparado con otros aceites, como por ejemplo el de oliva, una crema de cacao quedaría líquida si se hiciera con este. A ello se le suma que resulta bastante agradable al paladar.

Visto así, se podría pensar que es toda una joya a nivel alimenticio. Pero no todo es tan bonito como puede parecer a simple vista.

 

Propiedades nutricionales del aceite de palma

No todos los aceites vegetales son iguales. Algunos de ellos, como es el caso que estamos analizando, aportan ácidos grasos saturados. Y aunque se ha visto que no todos estos ácidos son igual de perjudiciales, los que contiene el aceite de palma se relacionan con la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. Por el contrario, aceites como el de oliva, que aportan ácidos grasos insaturados, son beneficiosos para la salud y, especialmente, para el sistema cardíaco.

¡Y eso no es todo! El tratamiento que recibe la palma produce una serie de elementos tóxicos sustancias cancerígenas) que estarían presentes en cualquier otro aceite si se extrajera de esa manera.

A nivel nutricional, el aceite extraído de la palma africana no aporta ningún nutriente interesante para nuestro organismo. Si a ello le unimos que la EFSA advierte  que su consumo, por reducido que sea, pone en peligro la salud, es un aceite totalmente desaconsejable.

 

Problemas ecológicos ligados a su cultivo

La producción de aceite de palma, y su demanda cada vez mayor, está trayendo consecuencias muy negativas en algunas zonas del mundo. Por ejemplo, las selvas de Indonesia y Malasia están siendo deforestadas para su cultivo, que se ha convertido en intensivo. Esto afecta a especies protegidas, como tigres, elefantes y orangutanes.

 

¿Dónde encontramos aceite de palma?

Básicamente, este aceite se encuentra en los alimentos procesados, totalmente desaconsejados en una dieta sana y equilibrada por el exceso de azúcares, sal y grasas que aportan. Por ejemplo, salsas, helados, margarina o coberturas para postres.

También podemos encontrar aceite de palma en platos preparados que pueden parecer sanos, como cremas de verduras, palitos de pan o cremas de cacao. Incluso algunos alimentos infantiles tienen como ingrediente aceite de la palma.

Algunos restaurantes y cadenas de comida rápida lo utilizan para freír y aliñar las ensaladas.

 

Mira las etiquetas

Para ver si un producto que quieres comprar o consumir contiene este aceite, mira bien las etiquetas del producto. La información debe estar indicada, puesto que la ley lo obliga. Pero ¡ojo!, porque a veces está camuflado con otros nombres. Atención si ves que pone aceite vegetal, grasa vegetal, estaerina de palma, oleína de palma o similares. También puede presentarse bajo el nombre científico de la palma africana (Elaeis guineensis).

 

Evita el aceite de palma todo lo que puedas

El aceite de palma es una grasa muy poco saludable. Por tanto, su consumo no es nada recomendable. Es mejor optar por otro tipo de aceites que aporten grasas saludables, como el de oliva.
Además, sigue una alimentación equilibrada, basada en alimentos frescos y comidas caseras. Huye de los platos preparados, reservados solo a caprichos puntuales. Y no dejes de revisar bien las etiquetas para asegurarte de que este tipo de grasas no está presente en tus alimentos.